Es una de las plantas de interior (y exterior) más populares. Podemos tenerla en macetas, dentro de nuestras casas (u oficinas) o en espacios verdes exteriores. Para algunos es una especie fácil de cultivar y para otros no, y aquí te contamos todo lo que tenés que saber sobre el Ficus benjamina.
¿Cómo Es El Ficus Benjamina?
Esta popular planta, perteneciente a la familia de las Moráceas, es originaria del sur de Asia y norte de Australia.
Es una de las especies más conocidas y fáciles de cuidar, tanto en interiores como en exteriores. Usualmente tienen las hojas oscuras, pero también los hay de hojas variegadas, más o menos claras, de rápido crecimiento y plantas enanas.
Como árbol, puede llegar a medir hasta 15 metros de alto y sus hojas son ovales y terminadas en punta.
Su sistema radicular crece de manera rápida y puede llegar a ser invasivo. A veces, termina ocupando todo el volumen de una maceta o puede llegar a levantar veredas y romper tuberías en exteriores, por lo que no es una planta recomendada para la calle.
Es una planta de follaje perenne que en invierno reduce su crecimiento pero mantiene sus hojas, para luego generar nuevos brotes con la llegada de la primavera y hasta avanzado el otoño. Las hojas nuevas son de un color más claro, mientras que las que ya pasaron el invierno son de un tono verde oscuro.
Luz
Los Ficus son plantas que necesitan mucha luz. Si están plantadas afuera es lógico que no sufran (salvo que estén en lugares donde no les llegue nada de sol directo o claridad), pero en interiores es otro tema.
Deben estar en ambientes luminosos, y hasta soportan bien la luz directa, dependiendo del tamaño de la planta y de cuan acostumbrada esté al sol pleno.
Si no tenemos un lugar luminoso, mejor pensemos en otra planta, ya que al Ficus se le irán cayendo las hojas y no podrá generan nuevas.
Riego
Es una planta a la que no puede faltarle el agua ya que pierde las hojas si está deshidratada. Pero a la vez no soporta el anegamiento, que asfixia a las raíces y produce el mismo efecto: pérdida de hojas.
Si la tenemos en interiores, en macetas sin drenaje, debemos ser muy cuidadosos con el riego, procurando tocar el sustrato antes de verter agua para tener una idea de si necesita agua o no.
En suma, el sustrato nunca debe secarse, pero tampoco saturarse. Lo ideal es tener esta planta en una maceta con drenaje.
Trasplante
La época ideal para el trasplante en exteriores es la primavera, cuando comienzan a surgir los nuevos brotes. En pleno verano, si es muy cálido y seco, podemos tener problemas por deshidratación, ya que un trasplante es siempre estresante para la planta, sobre todo cuando es pequeña.
En interiores podemos hacerlo todo el año, y dependiendo del crecimiento del Ficus y de la maceta, debemos cambiarlo de recipiente, para que las raíces puedan seguir desarrollando.
Poda
Puede podarse en verano, siempre y cuando no sea una poda extrema (lo ideal son podas ligeras).
Generalmente se hace en épocas estivales debido al gran crecimiento que generan los Ficus.
También puede efectuarse una poda de formación en primavera, antes de la formación de los nuevos brotes
Una propiedad de los Ficus es que al tener un crecimiento tan rápido se los puede podar y darles formas sin inconvenientes.
El Ficus puede utilizarse como árbol de sombra o como seto vivo, debido a la facilidad para darle forma.
Fertilización
En exteriores se abona en primavera, con fertilizantes líquidos o sólidos, preferentemente ricos en nitrógeno, para favorecer la formación de hojas. Luego, finalizada la misma se puede fertilizar con productos que contengan nitrógeno, fósforo y potasio en proporciones similares.
En interiores puede fertilizarse con abonos líquidos cada 20 o 30 días, junto con el riego, o utilizarse productos sólidos.
En exteriores la fertilización depende de la riqueza del suelo, y en algunos casos no es imprescindible.
Plagas Y Enfermedades
En primavera puede ser atacado por cochinilla, pulgones, mosca blanca y trips, mientras que en verano puede verse afectado por ácaros.
Existen muchos productos del tipo orgánico y ecológico para combatir estas plagas, como la tierra de diatomea, jabón potásico, preparados basados en la nicotina. También hay productos de origen químico, que requieren tomar ciertas precauciones debido a su toxicidad.
Pero lo más importante es que tenés que estar siempre al tanto de cualquier plaga o enfermedad que se presente en tu Ficus benjamina, ya que un rápido control es mucho más efectivo.
Consejos Para Cuidar Bien Un Ficus Benjamina
- Si tenés un Ficus benjamina en maceta, debés saber que la parte más expuesta a la luz solar genera un mayor crecimiento y formación de hojas. Es por eso que un buen consejo es rotar la planta periódicamente, para que con el tiempo toda ella reciba la misma cantidad de sol y se desarrolle en forma pareja.
- Si no tenemos un ambiente muy luminoso, mejor pensemos en otra especie. Para los exteriores no hay inconvenientes, pero en un departamento debemos tener en cuenta que si no tenemos alguna ventana donde entre la luz del sol, nuestro Ficus no podrá sobrevivir.
- Si bien necesita un sustrato húmedo siempre, el Ficus no soporta encharcamientos, por lo que su riego debe ser una tarea a prestar atención. Tanto la falta de agua, como el exceso, produce el mismo efecto: pérdida de hojas. Lo ideal sería plantar Ficus en macetas con drenaje abierto, para que el agua de riego en exceso pase al plato.
- En lugares con inviernos muy fríos, con heladas, conviene resguardar los Ficus con mantas anti heladas u otras coberturas. De ser posible, trasladar las macetas a lugares más resguardados, ya que el frío intenso puede llegar a dañar irreversiblemente las plantas.
- Por el contrario, en balcones y terrazas que reciben muchas horas de pleno sol, en verano podemos tener quemaduras de hojas, por lo que debemos tener en cuenta este factor antes de plantas Ficus en lugares muy expuestos.
- Finalmente, si bien son árboles muy bellos y crecen rápidamente, no es aconsejable plantarlos en veredas o aceras, ya que sus poderosas raíces son capaces de romper cañerías y levantar el piso.