Mucha gente trabaja frente a la pantalla de una PC. Es la foto más común en una oficina. Por lo general uno se pasa muchas horas al día (y a la semana, mes, año…) enfocándose en el trabajo a través de la computadora. Y para trabajar necesitamos concentrarnos en nuestra tarea. Pero también sucede que con el pasar de las horas nuestra capacidad de concentrar la atención se resiente. Allí es cuando comenzamos a producir menos, a sentir dolor de cabeza, fatiga, etc. Pero existen maneras de evitar esto, y la cuestión es cómo cansarse menos en el trabajo gracias a las plantas.
¿Podemos hacer algo para hacer nuestro trabajo un poco menos rutinario, y por ende desgastante? Sí, por supuesto, hay muchas formas. Y una de ellas es mejorar un espacio de trabajo con plantas naturales.
La Teoría de la Capacidad Restaurativa de la Naturaleza
Dos investigadores, Stephen y Rachel Kaplan desarrollaron una teoría que postula que un entorno natural ayuda a recuperar la atención en el trabajo, de manera sencilla. Y sostienen que recuperar la atención nos puede ser útil para poder seguir trabajando más descansados.
Se trata de la Teoría de la Restauración de la Atención (ART o Attention Restauration Theory), que fue propuesta por los Kaplan, profesores de Psicología especializados en Psicología del Medio Ambiente de la Universidad de Michigan, Estados Unidos. Y puede ayudarnos a comprender por qué un entorno natural nos ayuda a trabajar y/o estudiar mejor (y a vivir mejor también).
Estos investigadores proponen que la naturaleza tiene ciertas propiedades que le permiten a una persona poder recuperarse de la fatiga mental causada por la atención directa continua sobre una tarea u objetivo.
La idea central de la ART es que la restauración es la recuperación de nuestra capacidad de dirigir la atención. Es como una curación o sanación de la capacidad de prestar atención, que es lo que necesitamos cuando trabajamos enfocándonos en un punto fijo o estudiamos algo que no resulta tan simple.
La Teoría de la Restauración de la Atención dice que el contacto con la naturaleza debería aliviar la atención dirigida fatigada, la atención que ponemos en nuestro objetivo laboral.
Kaplan y Kaplan sostienen que los entornos naturales poseen la capacidad para restablecer los recursos psicológicos que se han deteriorado por la incompatibilidad de las actividades de la vida cotidiana, sobre todo de la atención dirigida. Así, los ambientes que no son amenazantes (espacios naturales) se caracterizan por ser fascinantes y tienen la propiedad de dirigir nuestra atención sin esfuerzo.
(Joye et al., 2010)
Atención Dirigida Versus Atención Involuntaria
Los Kaplans hablan de dos tipos de atención:
- Atención Involuntaria
- Atención Dirigida
La Involuntaria fue descripta por William James en 1892, y la Dirigida, por Donald Stuss y David Benson en 1986.
La atención involuntaria se presenta cuando algo nos parece interesante o excitante en el ambiente y volcamos nuestra atención hacia ese estímulo de manera automática. Este tipo de atención no requiere de ningún esfuerzo, es decir, se da de manera instantánea. Se da cuando miramos el cielo, la vegetación, o algo que nos parezca bello.
Por otro lado, la atención dirigida sí requiere de esfuerzo, lo que permite a la persona enfocar toda su atención en algo específico. Participan aquí procesos mentales superiores tales como la planificación y la resolución de problemas. Pero esta atención tiene limitantes: es limitada y susceptible a la fatiga mental.
La atención dirigida utiliza sistemas de procesamiento de información que tienen una capacidad limitada ya que no pueden manejar toda la información que recibe a través de los órganos del cuerpo y todo lo que tenemos almacenado en la memoria.
La atención dirigida siempre requiere esfuerzo. Es la que usamos para nuestro trabajo o estudio. No solo requiere de un esfuerzo de concentración, sino que compite contra una serie de estímulos o distracciones, que son las cosas que nos alejan del objetivo (trabajo, estudio).
Pero el luchar para inhibir las distracciones nos produce con el tiempo fatiga mental. Y a medida que pasa el tiempo, vamos agotando nuestras reservas de atención. Aquí cuando recuperamos esa atención, que empezamos a notar cambios positivos en nuestro estado de ánimo y productividad. Y recuperamos esa capacidad de prestar atención cuando tenemos puntos en donde enfocar nuestra mirada, puntos agradables en donde prestar atención no requiera un esfuerzo, como observar una planta.
Mejorando el Entorno Restaurativo con Plantas
El entorno restaurativo es el que nos ayuda a reponer nuestra capacidad de concentración y nos sirve para nuevamente dirigir nuestra atención en el foco de nuestro trabajo. Es como una recarga de energía, algo que nos permite seguir adelante con nuestras tareas.
Ese entorno se puede lograr con plantas, por ejemplo. Las plantas naturales son un medio muy económico y eficiente como restauradores de la atención. Todos sabemos que hay mucha diferencia entre trabajar en una oficina sin plantas y una con algo de verde.
Las personas, consciente o inconscientemente desvían su mirada hacia lo verde y con esto logran un alivio, una recarga de energía. Hacen esto en muchas ocasiones durante la jornada laboral. Y a veces no hace falta que pongan sus ojos en las plantas. Su presencia se nota, aún de manera indirecta, mejorando el ambiente y generando un mejor estado de ánimo en las personas.
Tengamos en cuenta que venimos de un ambiente natural y en nuestros genes está la necesidad de estar en medio de la naturaleza, pero el progreso nos ha llevado a instalarnos en una oficina. Pero tenemos recursos para hacer nuestro espacio laboral más agradable, sano y estimulante.