Muchas personas aman las plantas de interior, pero a veces se sienten frustradas cuando se les mueren y no saben por qué. Pero hay una especie, la Zamioculca zamiifolia, la planta perfecta para el que no sabe nada de plantas de interior. Es una planta de porte erecto, simple, no muy exigente y que está de moda. Como dato adicional, se la conoce como la ¨Planta del dinero, de la abundancia o del dólar¨.
Características De La Zamioculca
Es una planta que pertenece a la familia de las Aráceas y es nativa de África.
La Zamioculca zamiifolia es una planta herbáceas que puede llegar a los 60 centímetros de altura. Tiene raíces del tipo rizoma suculento que le permiten almacenar agua en épocas de sequía, como sucede en su lugar de origen.
Algo muy interesante y poco conocido de esta planta es que si bien es del tipo perenne, cuando es expuesta a sequías sumamente prolongadas puede perder todas las hojas y volverse caduca. Esto sucede porque la planta se desprende de las hojas para conservar al máximo posible el agua que almacena en el rizoma en épocas de lluvias, y así sobrevivir. Luego, en condiciones más benévolas, comenzará a generar nuevas hojas.
Las hojas se presentan pinnadas y son de color verde oscuro, algo brillante. Produce espádices florales de color amarillo y florece por unos seis meses, desde el verano hasta el invierno.
La Zamioculca zamiifolia es una especie de muy lento crecimiento en comparación con otras plantas.
Requerimientos De La Zamioculca
Luz:
La Zamioculca puede crecer y prosperar en lugares poco luminosos, aunque no totalmente oscuros. Si bien es tolerante a la baja iluminación natural, esto no significa que un ambiente con mucha luz solar no la favorezca. Al contrario, crecerá un poquito mejor y más rápido, a pesar de ser una especie de lento crecimiento. Pero hasta en un lugar que podría no ser muy luminoso, como un departamento o una oficina, podría prosperar. Esto convierte a la Zamioculca en la planta perfecta para el principiante absoluto, ya que puede sobrevivir cuando otras especies no lo consiguen en igualdad de condiciones.
Cuando no están acostumbradas al sol directo es mejor evitar su exposición a los fuertes soles del verano, que pueden quemar sus hojas. Aunque es una especie de exterior en su lugar de origen, las plantas pequeñas, como las que compramos en los viveros, son más sensibles a los fuertes rayos del sol en época estival.
Agua:
El riego de la Zamioculca debe ser moderado. Es una planta que sufre enormemente el anegamiento. Es muy importante que la maceta tenga drenaje y un plato de apoyo para evitar encharcamientos. De no ser así deberemos ser muy criteriosos a la hora de regar.
La Zamioculca no pide mucha agua: no solo las raíces son almacenadoras de agua si no que las hojas, carnosas, también retienen líquido. ¡Esto hace a la Zamioculca la planta perfecta para aquellos algo distraídos n lo que se refiere a riego!
La cantidad de agua y la frecuencia de riego dependerá de varios factores (tipo de maceta, ventilación, iluminación, tamaño de planta, entre otros). Pero como regla general podemos decir que solo tendremos que regar cuando el sustrato está seco. Tenemos que lleva la planta a un ciclo de sustrato húmedo a seco y así en adelante. Esto beneficiará a su sistema radicular y lo mantendrá sano de enfermedades.
Trasplante:
Si la Zamioculca crece sanamente (y dependiendo de las condiciones del lugar), es muy posible que a los dos años tengamos que pasarla a una maceta más grande. Sus raíces crecerán y ocuparán un buen volumen de la maceta, por lo que convendrá pasarla a una más grande para que siga con su desarrollo.
Es muy aconsejable usar un buen sustrato, con tierra de buena calidad, turba, y si es posible un poco de arena gruesa y perlita. La idea es que no sea muy arcilloso y el agua no sea retenida en exceso por el sustrato y pueda ser aprovechable para la planta y que pueda drenar bien.