El Ficus pandurata (o Ficus lyrata) es una planta que en los últimos años se ha puesto de moda, como también sucede con las suculentas Sansevierias trifasciatas, para interiores. Ocurre que en todo el mundo se ha vuelto una de las plantas de interior más populares. Y aquí vamos a describir el cultivo del Ficus pandurata en detalle para que veas lo que hay que saber para cuidarlo bien.
Botánica Del Ficus Pandurata
El Ficus pandurata, cuyo nombre científico es Ficus lyrata, es una especie perteneciente a la familia de las Moráceas y es originaria de África.
Anteriormente era conocido como el ¨Árbol de la lira¨ ya que sus hojas se asemejan en la forma a una lira. Decimos árbol, porque en su hábitat natural puede alcanzar nada menos que diez metros de altura.
Sus hojas son grandes y miden unos 20/25 centímetros de largo, son de nervaduras marcadas y de color verde brillante.
No siempre se encuentra disponible en los viveros, ya que su crecimiento es lento, pero es muy pedida y tiene una gran demanda, tanto en casas como en comercios y locales comerciales. Una particularidad es que y no llega a florecer cuando se cultiva en interiores, mientras que sí es capaz de hacerlo cuando plantada en tierra.
¿Cómo Se Cultiva El Ficus Pandurata?
Si bien no es una planta complicada de cuidar, debemos tener en cuenta algunos consejos básicos si queremos que nuestra planta tenga una larga vida y crezca espléndidamente:
Iluminación
Requiere de buena luminosidad, pero evitar la exposición al sol directo en verano, ya que puede quemar sus hojas. La falta de luz impide su crecimiento y puede llevarla a la muerte, por lo que no es recomendable para lugares sombríos.
Sustrato
Debe ser liviano, con una buena mezcla de turba, resaca de río, tierra fértil y perlita. Debe drenar fácilmente y tratemos de evitar plantarlas en macetas con tierra pobre en nutrientes y demasiado arcillosa.
Temperatura Y Humedad
Es sensible a las heladas, por lo que debemos protegerlo por las noches cubriéndolo con mantas anti heladas si está en el exterior, o, de ser posible, entrar las macetas al interior en invierno si hace falta.
Conviene mantener esta planta lejos del alcance de corrientes de aire secas, como la de un equipo de aire condicionada, ya que no soporta ambientes de baja humedad relativa. Una buena medida, en estos casos, es rociarla con agua frecuentemente.
Riego
Debe ser más frecuente en verano que en invierno, naturalmente, y siempre dependerá del tipo de maceta, de la exposición a la luz, de las corrientes de aire y de si está ubicado en interiores o exteriores.
Lo importante es saber que tanto ante falta o de exceso de agua, puede perder hojas.
Debemos regarlos bien pero evitando anegamientos. La posición de las hojas puede indicarnos falta de agua cuando se inclinan hacia abajo, ya que la planta pierde turgencia.
Limpieza
Sus hojas grandes son fáciles de limpiar, por lo que con un paño húmedo podemos mantenerlas libres de suciedad y polvos, para que pueda foto sintetizar y respirar correctamente.
Fertilización
Si el sustrato es de buena calidad, solo deberemos fertilizar luego del primer año, con algún producto para plantas de interior, sea líquido o sólido. Es una planta de lento crecimiento, por lo que no es demasiado exigente en cuanto a nutrientes.
Plagas Frecuentes
Pueden ser atacados por cochinilla y ácaros, que podemos remover con trapos húmedos o combatir con productos orgánicos, como la Tierra de Diatomeas o el Jabón Potásico.
Multiplicación
El Ficus pandurata es una planta apta para multiplicar por esquejes. Lo que debemos hacer es cortar en bisel un brote con hojas y dejarle unos cinco centímetros libres de hojas. Podemos tratar el extremo sin hojas con hormona enraizante y luego ponerlo en agua, en un recipiente de vidrio.
Conviene ubicar el recipiente en un lugar luminoso para estimular el crecimiento de las hojas y la generación de raíces. Debemos cambiar el agua al menos una vez por semana, y al cabo de seis a ocho semanas deberíamos tener raíces de dos o tres centímetros. Ahí es cuando podemos pasar el Ficus pandurata a una maceta con drenaje abierto y sustrato de buena calidad.
En las primeras semanas es importante mantener la humedad del sustrato, y a medida que la planta crezca y desarrolle nuevas hojas, podremos disminuir la frecuencia del riego.