Los ácaros son unos muy pequeños enemigos de nuestras plantas. Están presentes en prácticamente todo el planeta tierra y no solo están en las plantas, si no que los tenemos en nuestras casas y en nuestra piel. Aunque no los veamos, pueden causar muchos problemas en algunas plantas y aquí veremos cómo hacer para terminar con los ácaros efectivamente.
¿Qué Son Los Ácaros?
Estos diminutos organismos (para verlos bien necesitamos de la ayuda de una lupa) parecen insectos, pero en realidad no lo son. Parecen insectos y se comportan como tales, pero son ácaros. Están presentes en plantas ornamentales y también en cultivos comerciales.
- Los ácaros o arañuelas son Arácnidos, y a diferencia de los insectos, poseen 4 pares de patas (los insectos tienen 6), y no tienen antenas ni alas.
- Su cuerpo está dividido en dos partes, cabeza-tórax y abdomen, mientras que los insectos tienen bien separada la cabeza del tórax y el abdomen.
- Miden de 5 a 7 mm y son de colores rojizos o verdosos, dependiendo de la variedad. Tienen forma alargada y globosa y aparato bucal picador-chupador. Depositan sus huevitos en el envés de las hojas y su ciclo de vida es muy corto pero tienen muchas generaciones por temporada.
¿Cómo Atacan Los Ácaros?
Si vemos que las hojas de nuestras plantas lucen un tanto descoloridas, y observamos en el envés (la cara de abajo) una especie de polvillo puede que estemos en compañía de los ácaros.
Se manifiestan especialmente con tiempo seco y caluroso, que es cuando desarrollan muchas generaciones, multiplicando su potencial.
Lugares cerrados y con aire acondicionado, como los interiores en oficinas, son especialmente preferidos por esta molesta plaga. La presencia de alfombras es también un plus para ellos, como lo es para cualquier tipo de ácaros.
En ocasiones se presentan en cantidades importantes en las hojas y tejen una muy fina telaraña con la que se protegen. Esta capa hace que más difícil combatirlos, porque cuesta más llegar a ellos.
Con su aparato bucal picador-chupador penetran en los tejidos de las hojas y succionan la savia, debilitando las plantas y originando clorosis y pérdida de color. En las primeras etapas del ataque, se pueden observar puntos descoloridos y manchitas amarillas.
Afectan sobremanera la estética de las plantas, dejándolas sin color y de apariencia muy débil.
En casos de infestaciones graves, las hojas se observan cubiertas de la telaraña mencionada antes, especialmente visible a trasluz. Si no los vemos, podemos pasar la mano por el envés de las hojas y notaremos que no están lisas, sino que tienen adheridos a los ácaros con su telaraña, como si estuvieran cubiertas de polvillo.
En ataques muy intensos las hojas finalmente se secan y caen.
¿Cómo Terminar Con Los Ácaros De Las Plantas Efectivamente?
Si tenemos que tratar con esta casi invisible plaga, debemos tener en cuenta que serán nuestras observaciones las que nos ayudarán a estar más preparados.
Son tan diminutos que no los podremos ver fácilmente y además se agrupan en el envés de las hojas.
Siempre conviene examinar periódicamente nuestras plantas con el fin de detectar posibles infestaciones y pasar a la acción antes que sea tarde.
- Conviene rociar las plantas con agua para mantener húmedas las hojas, ya que prefieren los ambientes cálidos y secos. Ventilar y dejar pasar corrientes de aire fresco también es altamente recomendable, sobre todo en interiores cerrados, como en oficinas.
- Podemos removerlos con algodones o trapos con agua y un poco de alcohol, labor que requiere de mucha paciencia y es especialmente recomendable cuando las infestaciones no son muy grandes y hay pocos individuos. Siempre pasando por ambas caras de las hojas, pero especialmente en el envés o cara de abajo.
- Es importante cortar brotes, hojas o ramas, o incluso plantas muy afectadas, ya que es una plaga que fácilmente puede transportarse a las plantas vecinas, generando un inconveniente mayor y de más difícil solución.
Otra forma de combatir los ácaros es pulverizando las plantas con productos que se diluyen en agua. Podemos clasificar estas opciones como:
Remedios Caseros
El más efectivo de todos es el tabaco, que además es totalmente orgánico. Es conocido el efecto biocida de la nicotina sobre insectos, ácaros y hongos y se utiliza para este fin desde hace mucho tiempo. Existen el mercado preparados a la venta y en la mayoría de los viveros los podemos conseguir.
Una forma sencilla de preparar un pesticida de nicotina consiste en mezclar el interior de cigarrillos con agua y luego apisonar el material, filtrar el líquido y utilizarlo diluido en agua para rociar las plantas.
Es importante tratar de mojar bien las partes afectadas, y en el caso de las hojas también el envés, donde seguramente habrá ácaros. El resto del material puede esparcirse sobre la superficie de la tierra que circunda a las plantas, ya que también tiene propiedades fertilizantes.
Tierra de Diatomeas
Las Diatomeas son algas marinas, fosilizadas a lo largo de millones de años. Están compuestas básicamente por sílice, una sustancia que tiene efectos potentes sobre todo contra los ácaros.
Este compuesto tiene la capacidad de adherirse a las capas exteriores del insecto y debido a su constitución química produce una deshidratación, terminando con ellas.
Puede aplicarse directamente en forma de polvo o diluido en agua, y es totalmente atóxico y natural. Como desventaja podemos citar que al ser una sal deja restos de la misma sobre las hojas en forma de manchas blancas que pueden ser removidas con un paño.
Jabón Potásico
Otra forma natural de combatir esta plaga es utilizar este pesticida orgánico. Se lo comercializa como un producto para diluir en agua o de aplicación directa.
El jabón potásico está compuesto por hidróxido de potasio, aceite vegetal y agua.
Tiene propiedades insecticidas, es biodegradable y totalmente inocuo para las personas y animales.
Se rocían las plantas procurando mojar bien las zonas afectadas y es efectivo también con otras plagas de las plantas como cochinillas, mosca blanca y pulgones, afectando principalmente a los insectos de cuerpo blando.
Aceite de Neem
Otra de las opciones naturales es utilizar preparados a base de subproductos del árbol de Neem, o Nimbo de la India (Azadiractha indica).
Este árbol es originario de la India y de Birmania y crece en climas tropicales y subtropicales. Se lo diluye en agua y se rocían las hojas, y actúa por ingestión y por contacto, sobre todo en plagas en estados juveniles, cuando son menos fuertes.
Productos Químicos
Se trata de productos no naturales elaborados para el control de plagas, y su uso debe realizarse con mucho cuidado.
Hay una gran variedad de productos en el mercado, con principios activos como Dicofol, Abamectina, Bifentrin y Amitraz, entre otros.
Todos estos venenos son tóxicos y para aplicarlos se debe pedir asesoramiento, además de utilizar elementos de protección como máscara, antiparras y guantes. Debemos tener mucho cuidado no solo con nosotros al aplicarlos sino también con pequeños y mascotas cerca.
Si querés más información sobre el uso correcto de los agroquímicos podés leer aquí.
Recomendaciones de Ideas en Verde
Estos arácnidos tienen la ventaja de esconderse en el envés de las hojas, por lo que se hace más difícil llegar a ellos y muchas veces los tratamientos no surten efecto.
- Como prefieren los ambientes secos y cálidos, una buena medida es rociar las hojas regularmente con agua, para mantenerlas húmedas. También podemos ubicar las plantas que están siendo visitadas por ácaros en lugares más sombríos, frescos y ventilados.
- Podemos también evitar el exceso de fertilización (sobre todo con fertilizantes a base de nitrógeno) para impedir un crecimiento exagerado de las partes verdes de la plantas, y por lo tanto de alimento para los ácaros.
- Algunas plantas aromáticas, como la Lavanda, el Romero, Menta, Ruda y Tomillo generan fragancias que repelen a los pulgones, constituyéndose en una excelente barrera natural.
- Tenemos muchas opciones de formulaciones caseras, inocuas y biodegradables para combatirla. Pero si optamos por un producto químico, debemos tomar todos los recaudos necesarios y pedir asesoramiento, por el bien de nuestra salud. No solo se trata de comprar un veneno, sino también de manipularlo y almacenarlo de manera segura. Debemos tener en cuenta también que si usamos químicos no debemos usar siempre los mismos repetidamente, ya que de esta manera generan resistencia y los tratamientos son menos efectivos.
- Por último, no es recomendable rociar las plantas cuando el sol les da a pleno, porque pueden quemarse las hojas. Siempre es más conveniente hacerlo en las primeras horas de la mañana o al atardecer.