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Cómo cuidar Bien A Las Suculentas

cómo cuidar bien a las suculentas

Las suculentas son plantas algo diferentes, que si las cuidamos mucho y las regamos es posible que mueran. Pero que si las ¨abandonamos¨, muchas veces están mejor, y son las suculentas. No son ni fáciles ni difíciles de mantener, siempre y cuando conozcas cómo cuidar bien a las suculentas.



Evolución Y Adaptación De Las Suculentas

Gasteria acinacifolia, planta suculenta
Gasteria acinacifolia, originaria de Sudáfrica

Existen suculentas de diversas formas, texturas y colores y son el resultado de miles de años de evolución y adaptación.

Ante la falta de agua, vital para el desarrollo cualquier vegetal, han desarrollado la capacidad de almacenarla en su interior, pudiendo así sobrevivir en condiciones de extrema sequía 🥵.

A lo largo de su evolución han desarrollado incluso la capacidad de aprovechar hasta las gotas del rocío. Todo para absorber la baja humedad del ambiente y así atravesar largos periodos de tiempo viviendo de sus reservas.

Son capaces de mimetizarse con el medio, parecerse a piedras y confundirse con el suelo para protegerse de pájaros y animales que puedan atacarlas.


Sedum morganianum, planta suculenta
Sedum morganianum, nativa de México y Honduras y conocida como Trenza de Gitana, entre otros nombres

Familias De Suculentas

La mayoría de las suculentas pertenece a la familia de las Cactáceas, donde también se encuentran los Cactus.

Pero también hay otras que pertenecen a una gran variedad de diversas familias botánicas, por lo que se las conoce como suculentas ¨no cactáceas¨.

Si vas a comprar una suculenta, siempre tratá de que te digan el nombre científico, eso te podrá ayudar a conocerla un poco más.


Graptopetalum paraguayense, planta suculenta
Graptopetalum paraguayense, susculenta originaria de México y conocida como ¨Planta fantasma¨

Cómo Cuidar Bien A Las Suculentas: Consejos

Kalanchoe marmorata, planta suculenta
Kalanchoe marmorata, nativa de Africa central y occidental

Riego

Debemos tener en cuenta que estas plantas provienen de ambientes muy diferentes al que estamos acostumbrados. Entonces, deberemos tratar de recrear al menos mínimamente esas condiciones para que la planta no muera en poco tiempo.

El riego abundante es un enemigo de las suculentas. El primer mandamiento para cuidar bien a las suculentas es: ¨No las ahogarás¨👈.

Son plantas preparadas para absorber y almacenar toda el agua que puedan, por lo general en lugares de fuertes y escasas lluvias.

Estas plantas viven en lugares donde casi no llueve, pero donde a veces caen fuertes tormentas y tratan de absorber toda el agua que pueden. Lo hacen para cubrir sus necesidades de varios meses.

Por eso, si las regamos demasiado, tratarán de absorber más agua de lo que deban y comenzarán a enfermarse, pudiendo llegar a la muerte de la planta.

Lo mejor es regarlas con agua de lluvia, aunque no es indispensable.

Es preferible un riego bien profundo a riegos frecuentes y con poca agua. También es recomendable de no mojar las hojas, ya que algunas especies más delicadas se manchan con las sales de las aguas duras.

Lo más aconsejable es regarlas cuando el sustrato está totalmente seco. Para esto podemos valernos de la lectura de un tester de humedad o introduciendo un palillo.

➡️Y tener en cuenta que en materia de agua y suculentas, es mejor menos que más. ⬅️


Crassula arborescens, planta suculenta
Crassula arborescens, oriunda de Sudáfrica, florece en invierno

Fertilización

El ambiente de origen de estas especies es otro aspecto que debemos tener muy presente.

Todas provienen de ambientes con suelos sueltos, arenosos y poco fértiles.

También debemos aquí tener cuidado con los fertilizantes, ya que estas plantas no los necesitan. Al ser de crecimiento lento, cualquier fertilizante nitrogenado, por ejemplo, las induciría a un crecimiento rápido pero débil. Como resultado tendríamos una planta deformada.

Si nos viéramos necesitados de fertilizar, debemos reducir a la mitad la dosis del fertilizante. Con esto aportaremos solo una fracción de los nutrientes y evitaremos problemas de crecimiento.


Echeveria derenbergii, planta suculenta
Echeveria derenbergii, de la familia de la Crasuláceas y originaria de México

Plagas E Insecticidas

Las suculentas pueden ser atacadas por cochinillas, aunque suelen ser resistentes a esta plaga. También pueden aparecer pulgones y ácaros.

Debemos ser muy cuidadosos con la aplicación de insecticidas, ya que en algunas especies de hojas serosas, pueden mancharse.

Lo mejor es usar cepillos finos y remover la cochinilla suavemente, y si fuera necesario utilizar sustancias con alcohol o ajo. También podemos utilizar productos a base Diatomeas o Jabón Potásico si tenemos pulgones o ácaros. También podemos aplicarlos si hay cochinilla.


Gasteria obliqua, planta suculenta
Gasteria obliqua, nativa de Sudáfrica

Luminosidad

Las suculentas son plantas de exterior, por lo que requieren de plena insolación, incluso para mantener su coloración.

De no recibir suficiente luz pierden poco a poco sus colores, perdiendo vitalidad también. Algunas especies, como las de los géneros Haworthia y Gasteria pueden adaptarse sin problemas a interiores luminosos, ya que no son tan exigentes, pero las demás sí requieren de sol directo.


Haworthiopsis attenuata, planta suculenta
Haworthiopsis attenuata, proveniente de Sudáfrica

Sustrato

Siendo muy vulnerables cuando hay excesos de agua, el sustrato debe ser muy poroso, para evitar encharcamientos y favorecer un rápido drenaje.

Debemos preparar una mezcla que contenga elementos livianos, como perlita, vermiculita o piedra pometina (para macetas más grandes), junto a elementos como tierra y arena gruesa. También podemos utilizar humus de lombriz y turba, pero lo importante es que el sustrato no se compacte y sea liviano.


Haworthia cooperi, planta suculenta
Haworhia cooperi, también de Sudáfrica

Macetas

Siendo estas plantas poco resistentes al exceso de agua, lo ideal es usar macetas porosas y con agujeros para el drenaje. En el ABC de cómo cuidar bien a las suculentas debería figurar, además del riego, el tipo de maceta.

Las de arcilla o barro son ideales, aunque también podemos usar macetas de fibrocemento.

También pueden vivir bien en macetas de plástico, pero siempre debemos asegurarnos que el agua de riego pueda drenar bien. Es vital no dejar el sustrato excesivamente humedecido por mucho tiempo.

(Aquí te dejamos una nota sobre los distintos tipos de macetas) 👍

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