Muchas veces nos preguntan ¿Cuánta agua necesitan mis plantas? o ¿Cada cuánto debo regar mis plantas?
Pero siempre explicamos que esto depende de varios factores y no hay una fórmula única.
En general pensamos que cuanta más agua es mejor, pero no siempre es así. Por el contrario, suele ser más perjudicial el riego en exceso que la falta de agua en plantas en macetas.
Para regar tus plantas de manera criteriosa tenés que tener en consideración ciertos factores.
¡Aquí te hablaremos de ellos!
Factores a tener en cuenta para saber cuánta agua necesitan mis plantas
A menudo la gente asume que todas las plantas se riegan de la misma manera, pero parten de una premisa errónea. Esto suele causar la muerte de las plantas por anegamiento y pudrición de raíces.
Estos factores son:
- La especie de planta
- El tamaño de la planta
- El sustrato de la maceta
- La ubicación de la planta
- El tipo de maceta
- La cantidad de agua de riego
- La frecuencia de riego
La Especie de la Planta
El tipo de planta es el primer factor a tener en cuenta. Desde el vamos podemos decir que hay plantas más consumidoras de agua que otras.
Especies como el Spatyphillum, los Helechos y las Hiedras, por ejemplo, tienen requieren de una humedad constante en su sustrato. Otras, como los Cactus y las plantas crasas o suculentas pueden vivir normalmente casi sin riego.
Debemos conocer bien cuáles son los requerimientos hídricos de nuestras plantas, por lo que aconsejamos como primera medida conocer el nombre de las plantas a cuidar.
Conocer el nombre de nuestra planta nos permitirá investigar utilizando libros o internet y saber más de ella. Podremos saber con más precisión cuáles son las necesidades de las mismas, y no solo de agua, sino de luminosidad, humedad ambiental, entre otras cosas.
El Tamaño de la Planta
El tamaño de la planta está directamente relacionado con el consumo de agua. Esto que parece una obviedad, no lo es para muchas personas.
A una misma especie, por ejemplo, de palmera Areca (Dypsis lutescens), de una tamaño de 1,50 metros de altura se la regará en mayor proporción que a una de 50 cm. Esto se debe a que la planta consume agua en función de su estructura, y a mayor volumen de planta, mayor es su consumo.
Aunque parezca innecesario aclararlo, las plantas más pequeñas requieren de menos agua. Además, su menor estructura las hace menos resistentes a los anegamientos, por lo que los efectos negativos pueden ser peores. Pero debemos saber que si bien se riega con menos agua, los riegos a veces deben ser más frecuentes también.
El Sustrato de la Maceta
El medio que contiene a la planta también juega un rol importante en el riego.
Si tenemos un sustrato más bien arenoso, por ejemplo, el agua no será bien retenida por las partículas del suelo. Esto nos obliga a incrementar la cantidad y frecuencia de los riegos.
Por el contario, sustratos más arcillosos pueden ser más captadores de la humedad del riego, pero las partículas de arcilla retienen con mucha fuerza a las moléculas del agua, imposibilitando a las raíces acceder a ellas fácilmente.
Lo ideal es tener un sustrato bien proporcionado, que no sea ni muy arenosos ni muy arcilloso. Un sustrato bien proporcionado es del tipo franco. Es capaz de absorber agua, permitir el drenaje del exceso y liberar agua para el consumo de las raíces.
Si le agregamos cubre suelos, como la corteza de pino o piedras, la maceta perderá menos agua por evapotranspiración, por lo que se necesitarán menos riegos.
La ubicación de la Maceta
Este es un factor muy importante, ya que podemos tener muy diferentes posibilidades.
Factores como los siguientes influyen directamente sobre la cantidad de agua para nuetras plantas:
- Insolación
- Temperatura
- Corrientes de aire
- Humedad ambiental
A una misma especie, por ejemplo, de Dracaena massangeana o Palo de Agua, que tenemos en un ambiente muy luminoso, al lado de una ventana. Si le sumamos frecuentes corrientes de aire, es muy seguro que deberemos proporcionarle más agua que a otra idéntica en condiciones opuestas.
Las plantas consumen agua en función de su crecimiento. Aquellas situadas en un lugar donde puedan fotosintetizar mejor y crecer normalmente requerirán más riegos que otras ubicada en un lugar oscuro y cerrado, donde no habrá una gran evapotranspiración.
El Tipo de Maceta
El tipo de maceta es un factor sumamente importante, que también está directamente relacionado con la cantidad y frecuencia del riego.
Desde el inicio podemos clasificar a las macetas entre las que tienen drenaje y las cerradas.
Las primeras tienen uno o más orificios por donde escurre el agua de riego en exceso, y las segundas no. Las cerradas o sin drenaje son capaces de almacenar más agua por más tiempo, por lo que deberemos ser más cuidadosos con el riego, y regar menos.
Esto será importante no solo para no ahogar las raíces, sino para no fomentar la aparición de enfermedades de origen fúngico como la Podredumbre de las Raíces, que pueden destruir nuestras plantas.
Las macetas con drenaje son más adecuadas para las plantas, ya que nos permiten ver cualquier exceso de riego. El plato con agua es un indicador del agua no absorbida por el sustrato, y por lo general no es buena idea dejar agua en el plato.
Las macetas porosas, como las de arcilla o fibra de coco son las más convenientes para las plantas. Las paredes permeables permiten la evaporación del agua en exceso, o al menos una parte, prolongando la vida de las plantas.
La Cantidad de Agua
Este es otro factor que no siempre tenemos en cuenta. No es lo mismo regar una misma especie dos veces por semana con un litro de agua que con un vaso de agua cada vez. Y siempre teniendo en cuenta los anteriores factores.
Es importante conocer la especie y sus requerimientos. Hay plantas de poca agua, como las Aglaonemas o las Marginatas ramificadas, y otras como las Alternanteras, que no soportan la sequía. Las primeras pueden permanecer semanas sin agua, si el sustrato fue bien regado y están en lugares poco iluminados. Las segundas pueden marchitarse si una semana no se las riega.
Para algunas plantas se requerirá un riego más superficial (plantines florales, por ejemplo), mientras que para otras, como los Raphis excelsa, se necesitarán riegos bien profundos que humedezcan bien las raíces.
Frecuencia de Riego
Como sucede con la cantidad de agua, la frecuencia a veces no es tomada en cuenta.
Supongamos que decidimos, dada la especie, ubicación y tipo de maceta, regar cierta planta con 1 litro de agua por semana. Pero el resultado no será el mismo si distribuimos esos 1000 cc en una sola aplicación que en siete días de una semana.
Con un solo riego, en algunos casos, solo conseguiremos saturar el sustrato, por lo que dejaremos el mismo sin oxígeno para las raíces, debilitando la planta. Por otro lado, con plantas grandes como la mencionada Raphis, seguramente sea necesario un riego importante, ya que las raíces deben mojarse bien.
Siempre que compremos una planta será muy provechoso conocer su nombre, y si es el científico, mejor. Esto nos permitirá conocer más sobre sus necesidades. ¡No todas las plantas son iguales!.
Evaluemos que tipo de maceta tenemos y dónde estará ubicada la planta (y aquí podemos aprovechar lo aprendido a partir de su nombre y sus requerimientos).
Recomendaciones de Ideas en Verde:
- Tratemos de conocer cómo es el sustrato que tenemos en la maceta, y si es necesario, mejorémoslo.
- Tengamos en cuenta que si saturamos con agua el sustrato, se perderá todo el oxígeno y las raíces no podrán tomarlo, con lo que se ahogarán y enfermarán.
- Siempre es recomendable observar la superficie del sustrato, y si es posible remover un poco con los dedos para observar si tiene humedad, antes de regar. A veces el riego puede postergarse por una semana más.
- Por último, no tomemos esto como algo mecanizado. No hay una fórmula perfecta para regar plantas en macetas.
- Siempre pueden surgir variables, por lo que es bueno tocar el sustrato antes de regar, y no hacerlo si lo vemos saturado de agua.
- En ese caso conviene esperar otra oportunidad, tengamos en cuenta que ¡El 99% de las muertes en plantas de interior se debe a excesos de riego! 😰